A mi me cuesta mucho decir que no, muchas veces cambio mi rutina por favores ladillas que ameritan un NO y que no sé cómo decirlo. He perdido mucho tiempo en mi vida sosteniendo cosas por miedo a decir que no y de vez en cuando me quedo en segundo plano por la dichosa palabra.
Porque?
Bueno porque no quiero quedar mal, por miedo al rechazo, porque creo que me dejan de querer, porque no quiero escuchar cantaletas, porque creo que voy a hacer daño, en fin porque todavía no he aprendido a decirlo siempre que quiero.
Y si eso es con las cosas fastidiosas pues con las que me gustan y me dan placer mucho menos pasa, así a la larga me hagan daño.
Pero cuando lo digo, se siente de un bien que vale la pena ponerse en prioridad. Es tan fácil… entiendes que la gente de igual manera va a encontrar a otro que le diga que si, que no te van a dejar de querer por eso, que el que te quiere va a respetar tu decisión. Entiendes que mas daño se hace a uno mismo haciendo algo por compromiso, por “hacer feliz” a los demás y entonces uno lo hace más seguido.
Hay que aprender a decirlo para no herir a la gente, por eso hay que practicarlo.
Deberían enseñar eso en la escuela.
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