diciembre 30, 2008

MIS VACACIONES

Un viaje muy esperado, que me costó mucho realizar, pero que a pesar de todo se dio.
“14” fueron a mi parecer muy pocos días para hacer todo lo que no hice durante 8 años, para compartir con la familia, con los amigos, con los panas y los no tan panas.
Pero me la pase super bien, hable muuuuucho, vi gente que tenía muchos años sin ningún tipo de comunicación, comí rico y bebí, baile y grite lo suficiente como para quedar satisfecha. Con respecto a la ciudad si vi muchos cambios, nuevas construcciones, muchos centros comerciales, mucho tráfico, pero en esencia Caracas sigue siendo la misma ciudad que deje. Poco me acordaba de los motorizados que parecen mosquitos, del stress que se vive manejando que uno que otro disfruta, tocando corneta sin necesidad y tirando el carro para poder pasar, me impresiono mucho el poco espacio personal en que se maneja la gente, se vive como amorochado, te tropiezan, te hablan muy cerca y todo el mundo te abraza y te besa, no me incomodo para nada pero eso fue una de las cosas de las que no me acordaba y que me acople muy fácil.
Viendo a mi familia y compartiendo con ellos me di cuenta de donde salí y porque soy como soy, hablando con mis amigos me di cuenta que como ellos ninguno y que a pesar de los años todo sigue intacto, el cariño, la confianza, el buen humor y la alegría que me transmiten son únicos, disfrutando con los panas me di cuenta que la rumba es la misma y que la diversión no depende del lugar sino de la compañía. Viéndolo todo junto me di cuenta que lo que más extraño de mis país es la gente, a todos en general, todas las caras son familiares, el acento es el tuyo, los chistes son los mismos y definitivamente sientes que PERTENECES, que eres parte de la cultura, que eres familiar para todo y que nadie te ve “diferente” solo eres uno más y esa sensación es una maravilla.
A Samuel le encanto la ciudad y sé que con gusto volverá una y otra vez, una de mis metas es conocer junto a él nuestras raíces y apreciar de dónde venimos.
Una experiencia única y muy satisfactoria que repetiré más a menudo para alimentarme de ese calor humano que solo en Caracas puedo encontrar.
Muchísimas gracias a todos lo que compartieron conmigo esos momentos, con todos disfrute y de todos me lleve muy bonitos recuerdos.
Que buena manera de terminar el año.